Veo la logopedia y la pedagogía como un todo.
Uniéndolas con una visión global, el profesional puede conocer y manejar todas las herramientas que ambas disciplinas le muestran para ayudar al paciente trabajando desde el prerrequisito.
Es decir, atendiendo a las circunstancias que inician el problema, nunca en el resultado de éste.
El objetivo es ir al momento anterior al problema.
Identificar lo positivo de la situación del paciente.
Y sólo a partir de ahí, eliminaremos o compensaremos el déficit. Desde este punto de vista mi trabajo ha de amoldarse a las circunstancias personales de cada paciente.